Antes de meternos de lleno en el tema del color pigmento, vamos a analizar qué es el pigmento. Después entenderemos por qué ese nombre de color pigmento. Y tú, ¿sabes que son los pigmentos?
¿Qué son los pigmentos?
El pigmento es un conjunto de polvos finos que cambia el color de la luz que transmite. En realidad, este color viene dado por una cuestión de absorción de luz. Los pigmentos no emanan color, si no que reciben una cantidad determinada. En resumen, cuando hablamos de pigmento, nos referimos un polvo muy fino que actúa como colorante seco.
Tipos de Pigmentos
Ahora que sabes que es un pigmento debes saber que hay diferentes tipos. Según su composición química, los pigmentos se pueden englobar en dos grandes tipos:
- Pigmentos Orgánicos
- Pigmentos Inorgánicos
Los pigmentos orgánicos son los que contienen carbono en su composición química. Para hablar con propiedad, el lector Ramon Juncà nos comenta que «Los pigmentos orgánicos se corresponden con moléculas que presentan esqueletos, más o menos complejos, hidrocarbonados». Por otra parte, los inorgánicos no lo contienen. Independientemente de su composición, la única diferencia es que los pigmentos orgánicos suelen colorear más.
Antiguamente se creía que el nivel de seguridad de estos dependía de su composición química. En la actualidad, se sabe que no hay ninguna relación entre estos factores.
Usos de los pigmentos
Los pigmentos se utilizan en muchos campos. Entre otras cosas, los pigmentos se usan para colorear o teñir textiles, cosméticos de todo tipo e incluso, alimentos. En este caso, el uso que nos interesa es su capacidad para fabricar pinturas.
Si quieres fabricar tus propias pinturas con pigmento debes sabes que, en general no son solubles al agua. Para fabricar pinturas necesitarás un aglutinante concreto. Por supuesto, cada tipo de pintura tiene su aglutinante:
- Pintura acrílica: médium acrílico
- Pintura al óleo: aceite de linaza
- Acuarela: goma arábiga
Si mezclas correctamente el pigmento y el aglutinante podrás fabricar tus propias pinturas. Si quieres saber más sobre esto pásate por nuestro tutorial sobre cómo fabricar pinturas con pigmentos.
Historia del pigmento
Desde tiempos prehistóricos, el uso de distintos pigmentos (principalmente de origen natural) han estado presentes en la evolución de la humanidad y, como no podía ser de otra forma, modificando la forma de entender la vida y el arte.
Los principales y más usados pigmentos naturales son de origen mineral o biológico (partiendo tanto de animales como de plantas). La dificultad de conseguir algunas tonalidades (como las gamas de los azules) es lo que poco a poco ha ido fomentando el uso y consumo del color pigmento artificial o sintético.
Color pigmento
El color pigmento se puede extraer tanto por procesos químicos como por procedimientos naturales. En función de su composición se obtiene una tonalidad u otra. Cuando esta tonalidad ya tiene el matiz deseado es cuando se aplica a una matriz o vehículo incoloro (neutro), que funciona como aglutinante.
Pigmentos, permanentes y fugitivos
Según la durabilidad en el tiempo, los colores obtenidos pueden ser permanentes o fugitivos. Los permanentes permanecen exactamente igual desde su origen, sin variación alguna en la tonalidad. Mientras que los fugitivos pueden hacer variaciones de matiz con el paso de los años o siglos. La mayoría de los pigmentos, tanto naturales como artificiales pertenecen a este segundo grupo. Las variaciones de algunos pigmentos son casi imperceptibles a nuestra vista, mientras que en otros casos, es realmente notorio como el color va mutando, aclarándose o volviéndose completamente negro.
Diferencia entre color luz y color pigmento
El color pigmento es el color en cuanto a materia, el que puedes tocar, el que utilizamos en Bellas Artes, en pintura en general y en otras muchas facetas de la vida, mientras que el color luz es intangible. Sólo puede «verse» o percibirse con la mirada, es un color que no existe como tal pero que nuestros ojos sí que pueden percibir, pongamos por caso el color del mar.