Todo proceso de fabricación de pinturas requiere de una rigurosidad extrema para lograr un producto de calidad. Descubre en este artículo cómo se desarrolla una pintura de principio a fin.
Materias primas que intervienen en el proceso de fabricación de las pinturas
En general, el proceso de fabricación de pinturas requiere de ingredientes como pigmentos, aditivos, aglutinantes, resinas y disolventes que cumplen con una función concreta e imprescindible, ya que cada uno de ellos brinda una función específica al producto final.
Esta composición es la que permite obtener una pintura homogénea, que sea fácil de aplicar y que se mantenga en perfectas condiciones una vez que se ha secado. A continuación, repasamos brevemente las materias primas más empleadas en la fabricación de pinturas.
- Los pigmentos se ocupan de aportar los colores a los tipos de pintura y pueden ser naturales o artificiales.
- Los disolventes constituyen el producto esencial, ya que son químicos líquidos que permiten la disolución del producto. Algunos son el agua, el white spirit, etc.
- Los aditivos son necesarios para controlar ciertas propiedades de la pintura, como la nivelación y el salpicado.
- Las resinas son el elemento principal de las pinturas, ya que de éstas dependen las principales características las pinturas, como la resistencia, la adherencia, etc.
Las etapas del proceso de fabricación de pinturas
A continuación, podrás conocer el complejo proceso de fabricación de pinturas.
Laboratorio
Esta primera fase es una etapa de investigación en la que se elabora una fórmula única para cada tipo de pintura y se somete a diferentes pruebas exhaustivas para comprobar su calidad y que cumple con las funciones para las cuales se ha diseñado.
Por ejemplo, una de las pruebas a las que se someten los nuevos desarrollos de pinturas es el de la cámara de climatización, en la que se meten durante varios meses las pinturas para comprobar su proceso de envejecimiento tanto en el envase como en diferentes sustratos.
Pesaje de materias primas y mezcla inicial
Tras la fase de laboratorio, se pasa a guardar todas las materias primas en estado seco (como los pigmentos y las materias de relleno), así como los espesantes como la dextrina y la goma arábiga, que más tarde se disolverán para pasar a forma líquida.
El primer paso en el proceso de producción es pesar los ingredientes secos con gran exactitud. Tras ello, los ingredientes se preparan para pasar a la siguiente sección: la mezcla inicial. En esta parte se almacenan los aglutinantes y aditivos líquidos. Se dosifican las cantidades requeridas directamente en la caldera y se les añaden los ingredientes secos.
Después, se controlan los parámetros según estándares y si es necesario se ajusta la fabricación.
Dispersión de pigmentos
Para dispersar los pigmentos se realiza un proceso complejo de distribución homogénea en el cual se desarrolla una mezcla con batidor y luego con molino para una mayor finura del producto terminado.
En esta etapa es muy importante que no se dañen las partículas de pigmento para que el color no varíe, por ello inicialmente la maquinaria se ajusta de manera amplia y una vez molido todo el producto, se va ajustando y se vuelve a realizar varias veces el molido hasta obtener la finura deseada.
Control de la tonalidad
El color generado siempre es comparado con su estándar y la intención es que no exista ningún tipo de diferencia entre ambos. Se realiza un análisis y pruebas para controlar minuciosamente el color.
Envasado
El envasado también recibe su control: cada envase debe pasar ciertas normas de calidad para salir al mercado. Una vez aprobados se rellenan, cierran y etiquetan.